Del Marzo, un mes vacío.
Perdida en el caos de la madrugada
donde los recuerdos surgen de la nada.
El momento de escucharme, ahora empieza
y esta vez, espero no perder la cabeza.
Del marzo, un mes vacío
hoy la lluvia trae consigo: la Nostalgia.
Mis manos no escriben cuando soy feliz.
"Le hizo pasar al palacio que ella poseía,
él no sabía como era, ni dónde se encontraba.
No conseguía verlo, no entendía sus palabras..."
Todas las personas tienen un lugar para sí mismas,
las experiencias agrandan el espacio con los años.
La diferencia es que la mayoría ni se imaginan cómo es.
yo no sólo lo imagino, sino que puedo entrar en él.
y pensando... hago un largo recorrido
Cuanta más oscuridad, más claro lo veo todo.
Cuanto más silencio, más fuerte puedo oírte.
En el pasillo del pasado es dónde tengo mas puertas, ahora están todas cerradas, al fin, he tenido que pasar mucho para conseguirlo.
Hoy me toca abrir la tuya, maldita la hora en la que decidí volver a ver las fotos, aunque se que ya iba siendo hora.
Hace mucho tiempo que no te recuerdo. Cada vez me afecta menos acercarme al pomo de la puerta que lleva tu nombre, aun así se que derramo muchas lágrimas cada vez que voy a visitarte pero no me importa, ya no.
Este pasillo es como el de un hotel antiguo, tiene una larga y estrecha moqueta roja en el centro que se extiende hasta el final, unas paredes blancas con unas finas láminas doradas que van desde el techo hasta el suelo y entre puerta y puerta, unas mesas de madera oscura con jarrones y flores de todos los colores.
Esta es la parte mas triste. Hasta hace unos meses, al lado de tu puerta no habían flores, ni jarrones, ni mesa. Pinté la puerta por fuera para no verla, porque sabía que iba a pasar por aquí a menudo y no quería saber que había una habitación y que tras la pared, estabas tu.
Por suerte, me alegro de haber solucionado las cosas contigo y ahora que estoy dentro de tu habitación me siento más relajada que nunca.
Llevas unas mallas estampadas con rosas y una camiseta ancha de color negro (que como ya se, es tu color favorito). Me invitas a beberme una Coca-cola porque no tienes agua y de fondo suena tu queridísimo Michael Jackson (Bad, para ser exactos).
No recordaba ya ese equipo enorme de música que teníamos en aquel piso en el que pasamos la mejor etapa de nuestra vida. ¿Estabas planchando? ¡ya decía yo! siempre te ponías esta música para limpiar mientras yo te observaba con admiración. Ya volveré en otro momento.
Cuando te recuerde de otra manera...
donde los recuerdos surgen de la nada.
El momento de escucharme, ahora empieza
y esta vez, espero no perder la cabeza.
Del marzo, un mes vacío
hoy la lluvia trae consigo: la Nostalgia.
Mis manos no escriben cuando soy feliz.
"Le hizo pasar al palacio que ella poseía,
él no sabía como era, ni dónde se encontraba.
No conseguía verlo, no entendía sus palabras..."
Todas las personas tienen un lugar para sí mismas,
las experiencias agrandan el espacio con los años.
La diferencia es que la mayoría ni se imaginan cómo es.
yo no sólo lo imagino, sino que puedo entrar en él.
y pensando... hago un largo recorrido
Cuanta más oscuridad, más claro lo veo todo.
Cuanto más silencio, más fuerte puedo oírte.
En el pasillo del pasado es dónde tengo mas puertas, ahora están todas cerradas, al fin, he tenido que pasar mucho para conseguirlo.
Hoy me toca abrir la tuya, maldita la hora en la que decidí volver a ver las fotos, aunque se que ya iba siendo hora.
Hace mucho tiempo que no te recuerdo. Cada vez me afecta menos acercarme al pomo de la puerta que lleva tu nombre, aun así se que derramo muchas lágrimas cada vez que voy a visitarte pero no me importa, ya no.
Este pasillo es como el de un hotel antiguo, tiene una larga y estrecha moqueta roja en el centro que se extiende hasta el final, unas paredes blancas con unas finas láminas doradas que van desde el techo hasta el suelo y entre puerta y puerta, unas mesas de madera oscura con jarrones y flores de todos los colores.
Esta es la parte mas triste. Hasta hace unos meses, al lado de tu puerta no habían flores, ni jarrones, ni mesa. Pinté la puerta por fuera para no verla, porque sabía que iba a pasar por aquí a menudo y no quería saber que había una habitación y que tras la pared, estabas tu.
Por suerte, me alegro de haber solucionado las cosas contigo y ahora que estoy dentro de tu habitación me siento más relajada que nunca.
Llevas unas mallas estampadas con rosas y una camiseta ancha de color negro (que como ya se, es tu color favorito). Me invitas a beberme una Coca-cola porque no tienes agua y de fondo suena tu queridísimo Michael Jackson (Bad, para ser exactos).
No recordaba ya ese equipo enorme de música que teníamos en aquel piso en el que pasamos la mejor etapa de nuestra vida. ¿Estabas planchando? ¡ya decía yo! siempre te ponías esta música para limpiar mientras yo te observaba con admiración. Ya volveré en otro momento.
Cuando te recuerde de otra manera...
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